Lleva la camiseta corta y los pantalones bajos,
pero se tapa la barriga
suave, blanca, redonda
con su mano suave, blanca, redonda.
Yo quiero decirle
no te escondas,
puedes apartar la mano,
los seres humanos somos así,
aunque de todas partes nos llegue el susurro
de que eso es lo incorrecto,
pero no abro la boca
porque no la conozco y,
además,
de otras formas,
yo también me escondo
aunque me siga esforzando,
me escondo.
La olvidaré,
en verdad no es nadie en mi vida.
No soy nadie
yo.
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